Cuándo comenzar la educación nutricional

Nunca es demasiado temprano para introducir a los niños los conceptos de nutrición. La enseñanza adecuada para su edad puede comenzar de manera sencilla, incluso durante la infancia. Aquí hay algunas maneras simples de adaptar la educación nutricional para que evolucione con las etapas de desarrollo de tu hijo:

• Bebés: Comienza leyendo libros sobre alimentos saludables como frutas, verduras, y de dónde provienen los alimentos. Esto introduce la idea de comer nutritivamente a través de historias divertidas y visuales.

• Niños pequeños: Involúcralos en actividades sencillas de cocina como mezclar o lavar productos. Involucra sus sentidos preguntándoles cómo se siente o sabe un alimento — “¿Es crujiente? ¿Es dulce?”

• Preescolares: A medida que su comprensión crece, inicia conversaciones sobre cómo diferentes alimentos ayudan a mantener sus cuerpos fuertes y saludables, conectando las elecciones alimenticias con cómo se sienten.

Enseñar nutrición a preescolares

Los preescolares entienden conceptos concretos, por lo que explicar que un alimento es "saludable" podría ser demasiado vago para ellos. En su lugar, concéntrate en conceptos simples y comprensibles como "La leche tiene calcio que hace fuertes tus huesos." Usar un lenguaje así hace que el concepto sea más fácil de entender. Los niños también aprenden mejor a través de experiencias prácticas, como involucrarse en la cocina. Esto es lo que ganan al ayudar con la preparación de alimentos:

• Descubren la importancia de los alimentos

• Empiezan a entender cómo los alimentos se relacionan con la salud

• Pueden practicar matemáticas y ciencia mediante la repostería y la cocina

• Pueden mejorar habilidades motoras finas

• Ganan independencia al aprender nuevas habilidades

• Pueden explorar nuevos sabores y texturas

Entendiendo el equilibrio

Una de las lecciones más importantes de nutrición es enseñar sobre el equilibrio. Una forma divertida y sencilla de introducir este concepto es haciendo un aderezo con ingredientes básicos como aceite de oliva, sal y jugo de limón. Dale a un preescolar estos ingredientes sin instrucciones específicas sobre cuánto usar. Después de que prueben su creación, pregúntales si está equilibrada o tal vez demasiado salada o ácida. Sin orientación, es probable que no esté equilibrada.

Esta experiencia práctica les enseña a los niños la importancia del equilibrio, tanto en la cocina como en la nutrición. A medida que crezcan, empezarán a aplicar esta lección a sus comidas y entenderán que demasiado de un tipo de alimento puede afectar el equilibrio de una comida saludable.

Conceptos de nutrición

Señales de hambre y saciedad

Ayuda a los niños a reconocer cómo sus cuerpos señalan el hambre y la saciedad con un ejercicio simple:

• Pídeles que noten cómo se sienten 30 minutos antes de una comida, justo antes de comer, a la mitad, cuando terminan de comer y 15 minutos después.

• Explica que la comida es como el combustible para sus cuerpos, tal como un auto necesita combustible para funcionar bien. Sus cuerpos necesitan buena comida para mantenerse energizados y fuertes.

El poder de los grupos de alimentos

Educa sobre la importancia de comer una variedad de grupos de alimentos explicando cómo cada uno proporciona nutrientes únicos o "poderes" para sus cuerpos. Aquí hay algunos ejemplos:

• Frijoles: Repletos de proteínas para construir y hacer crecer músculos fuertes.

• Granos: Llenos de carbohidratos para proporcionar la energía necesaria para correr, saltar y jugar.

• Frutas y verduras: Cada color tiene su propio poder especial, como las frutas y verduras de color naranja que son ricas en vitamina A, que mantiene sanos los ojos.

Ejercicios de masticación

Para ayudar a los niños a entender la nutrición, es importante que aprendan cómo los alimentos se conectan con sus cuerpos, comenzando por cómo se sienten y saben en sus bocas. Destaca cómo los sabores pueden cambiar a medida que crecen y cómo los alimentos se sienten diferentes dependiendo de cómo se mastican. Aquí tienes un ejercicio fácil para probar:

• Elige un alimento con una textura única, como las zanahorias.

• Alienta a tu hijo a masticar la zanahoria con sus molares traseros y luego con sus dientes frontales. Discute cómo cambia la textura y el sabor.

• Señala que el centro de la lengua tiene más papilas gustativas, haciendo los sabores más intensos que los bordes de la lengua.

Energía y combustible

Enseña a los niños cómo diferentes alimentos afectan sus niveles de energía y cómo se sienten con este simple experimento:

• Llena una taza con agua simple y viértela en un tazón. Discute con ellos cuán rápido fluye el agua.

• Vuelve a llenar la taza con agua y agrega varias cucharadas de azúcar hasta que se disuelva.

• Vierte el agua con azúcar en un tazón y comenta cómo el líquido más espeso se mueve más lentamente en el tazón.

Esta actividad visual demuestra cómo algunos alimentos, como los azucarados, pueden ralentizar la capacidad del cuerpo para funcionar.

Cómo abordar lo saludable vs. no saludable

En lugar de clasificar los alimentos como “no saludables” y “saludables”, clasifícalos como "alimentos de casi siempre" y "alimentos de a veces”.

• Alimentos de casi siempre: Estos son los alimentos que ayudan a nuestros cuerpos a crecer y sentirse fuertes, como frutas, verduras, granos enteros, proteínas y grasas saludables.

• Alimentos de a veces: Estos son divertidos para disfrutar ocasionalmente, como los dulces, las papas fritas o las bebidas azucaradas, pero no nos brindan la energía duradera o los nutrientes que necesitamos todos los días.

Ningún alimento debe ser visto como ilimitado, ni siquiera las verduras. Por ejemplo, demasiadas verduras pueden causar dolores de estómago y pueden dejar menos espacio para otros alimentos ricos en nutrientes como las proteínas y las grasas saludables que los niños necesitan para crecer. Todos los alimentos encajan, pero se trata de encontrar el equilibrio adecuado.

Actividades de nutrición para preescolares

• Hacer las compras de comestibles.

• Organización de la despensa o el frigorífico.

• Estampado de cítricos o granadas.

• Clasificación de alimentos por color o grupo de alimentos.

• Medir ingredientes.

• Construir un arcoíris con frutas y verduras.

• Cocinar y hornear.

• Jardinería.

• Recolección de productos frescos de una granja local.

Consejos para fomentar hábitos alimenticios saludables

Haz de las comidas familiares una prioridad

Las comidas familiares regulares son una de las formas más efectivas de promover hábitos alimenticios saludables. Ofrecen oportunidades para que los niños observen comportamientos alimenticios positivos, prueben una variedad de alimentos y participen en conversaciones significativas y positivas sobre la comida.

Predica con el ejemplo

Los niños tienen más probabilidades de adoptar hábitos alimenticios saludables cuando ven a los adultos disfrutar de una variedad de alimentos nutritivos. Los niños aprenden observando, por lo que es más efectivo mostrarles cómo se ve una alimentación equilibrada que simplemente hablar de ello. Crea comidas con una variedad de grupos de alimentos y déjales verte disfrutar de diferentes sabores y texturas. Modela la alimentación consciente reduciendo la velocidad y saboreando tu comida, y habla sobre cómo los diferentes alimentos alimentan tu cuerpo de una manera positiva.